Vuelta a las Torres del Rio Chico
Visitando a las lagunas Manutara, Halcon, Chimango, Condor y Matamico
Dia uno
Habiendome propuesto realizar otro gran Desafio, y publicandolo en la red social, Facebook, sobre mi gran aventura, apareció un Gran caminante, que se ofrecio a acompañarme. Franco Erazo, un gigante, gran Titán, a quien no lo conocia en persona. Pero viendo su trayectoria en caminatas, a traves de Facebook, estaba convencido que ibamos a realizar una gran hazaña juntos.
Fue asi, que nos pusimos en contacto, y comenzamos a idear esta salida, hacia las Torres.
Ninguno de los dos conocia las Torres tan de cerca, ni habiamos llegado hasta la laguna Marutana.
Una vez que lo pase a buscar, y que llegamos al punto de salida, el estacionamiento del camino del hotel Arakur, el mismo por donde comienza la senda para la cascada de los Amigos, iniciamos nuestro andar a las 7 en punto de la mañana. Con un paso firme, seguro y conociendo el sendero por donde transitariamos, fue asi que arrancamos y le dimos parejo, atravesando zonas barrosas, arroyos, mucha vegetacion, troncos caidos y siempre costeando el rio Chico, con un clima algo nublado. Y para sorpresa nuestra, nos siguieron dos una pareja de perros, uno negro y otra marron claro.
Con la mirada al frente y siempre atentos, fuimos en busca del refugio, al final del bosque y casi final del valle; hasta aqui, sin darnos cuenta, porque veniamos conversando y conociendonos, le pusimos 2 horas clavadas. Seguimos el sendero, con la mirada puesta en las torres y fue asi que llegamos a su base a las 10 de la mañana.
Un lugar totalmente nuevo para nosotros, donde pudimos observar gran cantidad de piedras, de diversos tamaños y colores.
Desde el glaciar de las Torres descencia un rio, al cual debimos cruzarlo en varias oportunidades. En este punto fue que decidimos detenernos a desayunar, antes de emprender un gran y largo acarreo de rocas, siempre transitando por la derecha de las Torres, hasta llegar al punto mas alto del col para intentar ver de lejos la laguna Marutana.
Nos pusimos a sacar varias fotos, el paisaje asi lo disponia. Rocas metamorficas, que ibamos encontrando en diferentes tamaños y colores.
Tuvimos hasta la suerte de poder ver una pareja de montañistas, caminando por el glaciar, camino a las Torres, fue algo increible, que quedo grabado en la memoria.
Una vez que finalizamos el cafe, emprendimos nuestro ascenso, con nuestras mochilas pesadas, pero con las piernas y los corazones bien fuertes. Estabamos impactados, emocionados, porque realmente es algo impresionante de ver, semejante montaña de roca solida.
En el ascenso al col, tuvimos un par de zonas de descanso muy cortos, donde podiamos tomar un pequeño respiro para nuestras piernas. Parecia que no llegabamos nunca a lo mas alto. Cuando creiamos que estabamos cerca de terminar, otra gran subida nos esperaba, y asi nos fue sorprendiendo paso a paso.
Siendo las 12 del mediodia, por fin llegamos a lo mas alto del col, en donde a lo lejos ya se podia vislumbrar a la tan codiciada laguna Marutana. Esta parecia muy lejana, pero una vez que comenzamos a bajar, los minutos corrian y a medida que nos acercabamos este espejo de agua se hacia cada vez mas grande.
Alcanzamos su orilla a las 13 hs. en donde decidimos descansar, tomar unos mates y comer algo.
Al observar que no habia ningun tipo de posibilidad de hacer un fueguito para pasar la noche, y que sea mas o menos agradable. Y viendo que no habia ningun tipo de ramas. Fue que optamos por volver hasta el refugio, en donde sabiamos que nos esperaba una buena cantidad de troncos para realizar una hermosa fogata y comer algo calentito.
Desde la laguna hacia el col, lo veiamos bastante dificil de tener la fuerza suficiente para emprender el regreso. Pero eso lo dejamos para despues.
Al ver la maravillosa laguna, (al pie del Cerro Vinciguerra, el mas alto de Tierra del Fuego, parte Argentina), con dimensiones bastante grandes, con diferentes tonalidades de verde, y en sus orillas un color verde claro, comenzamos a rodearla, para capturar diferentes imagenes de distintos puntos de vista. Fue magnifico ver como a medida que la rodeamos, el paisaje iba cambiando a su alrededor.
Por momentos la vista que teniamos frente a nosotros, se asemejaba bastante a las Torres del Paine, en Chile. Pero sabiamos perfectamente que estas montañas eran nuestras. Bien argentinas.
Luego que pudimos completar la vuelta a la laguna, nos detuvimos a tomar otros mates mas y descansar otro rato, antes de volver y encarar el col de regreso.
Para sorpresa nuestra, y cuando considerabamos que la vuelta iba a demorarse mucho mas, por el cansancio acumulado y el peso de nuestras mochilas, casi sin darnos cuenta, en una hora y media ya estabamos arriba del col, rozando la torre mayor.
La bajada fue un poco larga, pero no tanto como la subida. A medida que nos alejabamos de las torres sentiamos deseos de permanecer mas tiempo alli. Es una sensacion increible tener semejante mole al lado nuestro. Nos daba la impresion que la montaña se nos venia encima.
El campamento nos quedaba aun bastante lejos, pero seguimos a buen ritmo, a medida que la tarde iba avanzando hasta casi oscurecer, llegamos a las 20 hs. al refugio, donde nos dispusimos a encender el fuego para secarnos un poco toda la ropa mojada de transpiracion y los calzados empapados de tanto pisar la turba cargada de agua.
Con el calor de las brasas y el fuego a su maximo poder, calentamos agua y tomamos unos mates, antes de la cena, la cual consistia en primera medida, unas ricas hamburguesas, y luego unos ricos tallarines con atun. Una comida suculenta, que nos retornaria las energias gastadas de tanto caminar.
Y mientras cenamos y charlamos a orillas del rio, sobre esta gran hazaña de ir y volver de la laguna Marutana, la noche ya presente, nos iba mostrando las primeras estrellas entre tanta oscuridad.
Sin desearlo, ni esperarlo, Franco pudo divisar a primera vista, otro regalo impresionante en medio de la oscuridad. Se aparecio asi, de repente, la luna al costado de las torres. Fue maravilloso ver semejante espectaculo, el cual duro solo unos minutos, hasta que se escondio detras de las torres.
Hasta aqui y ya super agotados, nos fuimos a descansar a la carpa, para levantarnos temprano y prepararnos para otro gran dia. Donde nos esperaban las lagunas Halcon, Chimango, Condor y Matamico.
Dia dos
Habiendo pasado una noche algo fresca pero pasable, nos levantamos muy temprano, Franco se levanto a las 6, para encender el fuego y empezar a pensar lo que nos esperaba, yo me levante cerca de las 7, para desayunar con unos mates y comenzar a diagramar nuestra salida hacia nuestro primer objetivo del dia. Visitar por mi parte, por sexta vez, la laguna Halcon, tambien conocida como laguna Brasil por su caracteristico color, verde y amarillo.
El dia amanecio mucho mas despejado, con un cielo bien celeste, algo de nubes, pero que iban desapareciendo con el transcurso de las horas.
Llegar a la laguna Halcon nos demando una hora exacta, donde pudimos apreciar toda su hermosura. Ni bien llegamos hice el intento de meterme al agua, moje los pies pero no alcance a meterme mas adentro, porque la misma se encontraba bastante helada, debido a que el sol aun no generaba suficiente calor para la salida del agua.
Asi fue que levantamos nuestras cosas y encaramos la subida, de alrededor de media hora, hasta alcanzar el resto de las lagunas.
Cuando llegamos a lo mas alto del acarreo de rocas, lo primero que vimos fue la laguna Chimango, con un color celeste casi verdoso, muy bella, de proporciones mas bien chicas, rodeada de varias rocas con colores diversos.
Rodeamos esta primera fuente de agua por la izquierda, ascendimos unos metros y nos esperaba la segunda laguna, la Matamico, con un color increiblemente celeste bien claro. Para mi gusto, mas bella que la Chimango. Con un tamaño un poco mayor.
Franco propuso subir un poco mas por las rocas, para llegar a ver las dos lagunas juntas, y fue asi que una vez que alcanzamos una mayor altura, pudimos ver semejantes bellezas, rodeadas de montañas.
Foto va, foto viene, nos detuvimos a tomar unos ricos mates y continuar sacando muchas fotos mas. En ese momento, y viendo que aun la montaña nos proporcionaba la posibilidad de ascender un poco mas, dije que estaria bueno subir para ver si, tal vez, podiamos divisar las tres lagunas juntas, La Condor, Chimango y Matamico. Las mismas no entraban en un mismo cuadro para la foto, pero si pudimos hacer una grabacion donde se pueden apreciar las tres lagunas.
Recorriendo un poco mas entre las rocas, comenzamos nuestro descenso. Nuesto proximo objetivo fue, ver a la laguna Halcon desde arriba. Y alli fuimos, nos acercamos a una montaña naranja casi colorada, de unas paredes verticales impresionantes, y sacamos varias fotos.
El contraste con los colores verde y amarillo de la laguna Halcon en lo mas profundo fue sensacional, maravilloso, nos dejo sin palabras.
Mas tarde comenzamos a bajar hacia la laguna, para descansar otro poco mas y prepararnos para el regreso. Nos dormimos un rato a orillas del agua, con un sol radiante, que a esta altura del dia quemaba. Cabe aclarar que el pronostico daba como temperatura max del dia unos 17 grados, que para nosotros parecia que era mucho mas, puesto que la laguna esta como en una olla, donde se concentraba aun mas el calor.
Y asi fue que, luego de una pequeña siesta, me desperte con mucho calor, ya decidido a cumplir otro de mis sueños. Meterme a nadar de una vez, en esas aguas heladas, disfrutando del maravilloso color, transparencia, pureza, como tambien del calor del dia.
Luego de haber disfrutado de esta maravillosa experiencia, levantamos nuestras cosas y comenzamos el regreso al campamento, el cual nos llevo nada mas que media hora.
Una vez en el refugio, buscamos nuestras mochilas y otras pertenencias que habiamos dejado escondidas en el bosque y nos preparamos para el retorno a la ciudad. No sin antes tomar otros riquisimos mates. A la vuelta y llegando a la bifurcacion de la cascada de los Amigos, fuimos encontrando varias personas, que descendian de la misma.
Con un transito un poco mas lento, fuimos acercandonos al puente y el valle donde se podia observar el Monte Olivia y donde tambien nos fuimos cruzando con varias personas mas. El dia seguia tremendamente caluroso y con un cielo bien despejado. Daban ganas de seguir de campamento y continuar disfrutando el dia hasta el anochecer.
Llegamos al auto a las 20 horas, exhaustos por tantas caminatas, pero muy felices de haber logrado nuestro objetivo. Rodear las Torres del Rio Chico, transitar y conocer las lagunas Marutana, Matamico, Halcon, Chimango y Condor.