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DEL SENDERISMO AL MONTAÑISMO/ANDINISMO. SIEMPRE CON SEGURIDAD
Quizá estás cansado de caminar por senderos fáciles, transitados y súper señalizados en nuestra isla o necesitas una motivación nueva para tus fines de semana y vacaciones. Convertirse en andinista siendo senderista o practicante de Trail no es tan complicado, pero tiene sus cosas y acá tiro algo cómo para iniciarte sin riesgos innecesarios.
Cuando comenzamos a salir a la montaña nuestro título más preciado era que nos llamaran andinistas, no excursionistas ni senderistas ni trekkineros…
Tan maravillosa palabra conlleva unos matices de suficiente solvencia técnica, amor a la naturaleza y de un gusto no competitivo por las cimas, que hoy quizá se hayan perdido un poco… o no ?
¿QUÉ ES EL MONTAÑISMO?
Este término, que era muy utilizado en nuestro país hasta inicios de los 90 y que aún tiene mucha vigencia en las culturas anglosajona y norteamericana, alude a una modalidad que en realidad agrupa diferentes actividades:
– caminar por terrenos de baja a alta montaña,
– por senderos o fuera de ellos,
– trepar por zonas rocosas con o sin cuerda,
– ascender cumbres “importantes”, “muy verticales”, (arriba de los 1200 mts),
– conocer los fundamentos básicos de la escalada (como asegurar en un resalte o descender en rappel) y ser capaz tanto de subir por pendientes de nieve accesibles como de atravesar neveros y glaciares.
Con la proliferación de términos ingleses casi impuestos por los fabricantes de material, montañismo es una palabra en progresivo desuso pero que resulta mucho más adecuada para definir la multiactividad en montaña con más siglos de tradición.
El senderismo se practica sólo en caminos señalizados y el montañismo es un paso más que éste o el simple excursionismo, Trekking, hiking, backpaking o como queramos llamarlo.
VENTAJAS DE SER MONTAÑERO/ANDINISTA
Son muchas las ventajas que pueden animarte a convertirte en montañero:
– Aumentan tus posibilidades de conocer sitios nuevos, menos masificados y con una calidad paisajística y medioambiental a menudo superior.
– Subís a cumbres con vistas más espectaculares, y casi siempre más gratificantes que una jornada senderista, por el superior esfuerzo realizado y la singularidad del entorno.
– Te aporta más seguridad en la naturaleza, porque te obliga a conocer técnicas de progresión en terreno rocoso fácil o resaltes de moderada dificultad y a estar más alerta.
– Dormís más a menudo lejos de la ciudad, vivaqueando con o sin carpa.
Pernoctar lejos de las comodidades es un lujo que se está olvidando y proporciona sensaciones inolvidables, cuyo buen recuerdo puede durar más de media vida.
– Te permite obtener una visión más completa de la cordillera, sobre todo porque se desarrolla en lugares poco modificados por el hombre, lo que de alguna forma es un alivio en un país (en muchos lugares) tan transformado como el nuestro.
TRES PRINCIPIOS BÁSICOS
Si bien con lo que leas acá no te alcanza para obtener toda la información que necesitas para abandonar los senderos marcados cuando sea necesario o tengas ganas, sí tenés que conocer estos pilares:
– Al ser una actividad de mayor riesgo que el senderismo, necesitas tomarte más en serio el material que utilizas (tanto la indumentaria como el calzado), realizar nuevas y mejores compras (por ejemplo una bolsa que te permita dormir sin carpa a 0ºC o un casco de montaña homologado) y cuidar más la planificación de la actividad: obtener información contrastada de las dificultades, llevar cartografía “de verdad” y/o un buen GPS, no una hoja impresa desde internet, consultar siempre al menos dos pronósticos meteorológicos, etc.
– Debes seleccionar más la compañía. Ya no vale casi cualquier recién conocido en el club o a través de Facebook para salir a la montaña.
– Evita los grupos grandes, de más de 4 ó 5 personas, porque a menudo son demasiado heterogéneos, ruidosos, lentos, fiesteros o despreocupados para moverse por terrenos complicados.
– Mejora tu formación pero sin prisas. Un mínimo de dos años de senderismo antes de empezar a trepar y hasta ocho-diez años de práctica para considerarse un montañero suficientemente competente son tiempos orientativos. No metas cursos uno tras otro, porque puede crearte una falsa sensación de que ya estás sobradamente capacitado.
ATTENTI CON LOS OBJETIVOS
En el estilo de vida tan actual en el que todo parece acelerarse, a veces tendemos a consumir con demasiada avidez actividades y objetivos sin pausa alguna o a buscar en ellos “recompensas” ajenas al verdadero montañismo (como pueden ser el prestigiarnos en un grupo o buscar protagonismo en el mundo virtual exhibiendo nuestros logros ante gente que ni conocemos). Y con eso me refiero a que no pocas veces encontrarás gente que te propone ideas locas, cuando sólo tienen experiencia en senderismo fácil, y pretenden subir ya mismo montañas complicadas como el Olivia o el Cornu por poner un ejemplo.
Esquiva a esos amigos con demasiado apuro por ascender tal o cual cumbre y en general de individuos que ridiculicen a quienes son prudentes en la montaña. Aunque algunos “referentes” modernos de la información sobre la montaña tienden a hacer creer que cualquiera puede subirse a casi cualquier lugar contratando un guía o guiándose únicamente por wikiloc o alguna app similar, la realidad es mucho más compleja.
“Hacer montaña puede ser muy divertido, pero no es una joda”
5 CONSEJOS ATÍPICOS
1) Ojo al invierno. No sos un montañero de verdad si no pisas nieve en invierno fuera de los caminos, en nuestras montañas hay varios piolets en manos de practicantes que no saben utilizarlos ni auto detenerse en un resbalón.
2) Unas clases en una palestra no te bastarán para adquirir los conocimientos que necesitas sobre el manejo de cuerdas. Lo importante no es la palestra o la marca de la cuerda, lo primordial está en aprender sobre terreno real y luego practicarlo por tu cuenta para que no se te olviden las diferentes técnicas.
3) Cuidado con las pendientes fuertes apenas salís del auto/carpa/refugio. Casi una tercera parte de los fallecimientos en las montañas del mundo se deben a un ritmo inicial de caminar excesivamente alto, algo peligroso a partir de los 40 años.
4) Una inversión mínima en material te va a hacer falta si vas a recorrer tramos de terreno técnico, que usualmente requieren de cuerda, mosquetones, anillos de cinta, freno, casco y arnés.
(Mejor es hacerte acompañar de un guía competente, al menos en tus primeras experiencias)
5) Perder el miedo o pánico al vacío implica una adaptación progresiva y que necesita de años de experiencia. No hay una píldora que podamos tomar para ya no tener miedo.
En realidad hay que aprender a manejar el miedo… lo que hay que evitar es caer en pánico, ese es el verdadero veneno que te paraliza y si puede matarte…